David Saavedra

Llegar a la Cima

Es toda una Travesía

A menudo me preguntan cómo comencé en el mundo de los negocios. Podría decir que fue con mi agencia de marketing o cuando repartía comida, pero la verdad es que esta aventura comenzó mucho antes, cuando tenía apenas 6 años.

La lectura es para la mente

lo que el ejercicio es para el cuerpo

Aún recuerdo mi primer libro de negocios: Padre Rico, Padre Pobre (sí, todo un cliché). Para el David de 6 años, entender la diferencia entre un activo y un pasivo se sentía como un superpoder. Mientras veía caricaturas y jugaba fútbol con mis amigos en los recesos, ya conocía la historia de unos niños que ganaron dinero vendiendo tubos de pasta de dientes (si te reíste por la referencia, eres de los míos).

Desde entonces, me he enfocado en una sola cosa: devorar la mayor cantidad de libros de negocios que pueda. Y hay algo que me ha quedado claro con el tiempo: cuanto más sabes, más te das cuenta de lo poco que realmente conoces. Las nuevas tecnologías no ayudan a reducir esa brecha; mientras termino un libro sobre ventas, ya hay otros 30 nuevos esperándome en la librería de la universidad. Para mí, leer es una de las mejores inversiones a largo plazo que se pueden hacer.

"Mientras tú estudias, otros están descansando, y cuando llegue el momento de enfrentarse, ¿quién crees que ganará?"

– Anónimo

Las Matemáticas son el

Motor que Impulsó mi Éxito

Desde que tengo memoria, siempre me han gustado las matemáticas. Claro, sufrí con las tablas de multiplicar, pero de verdad me encantaban, para mí era como hacer magia. Y era bueno, en serio, era muy bueno… hasta que en la primaria conocí a una niña que lo cambió todo. Estaba acostumbrado a ser siempre el #1 en matemáticas, pero entonces llegó esta nueva compañera que me desplazó al #2. ¿Cómo era esto posible? La respuesta fue más clara de lo que pensé: KUMON.

Así es, soy un niño Kumon. Aunque dejé Kumon hace ya algunos años, el método nunca saldrá de mí. Les juro que les rogaba a mis papás para que me inscribieran; era la primera vez que alguien me desplazaba de mi lugar #1, y de verdad, odiaba la derrota. La combinación de mi pasión por los números y el método Kumon fue una bomba que terminó por explotar en el David que está escribiendo esto a sus 21 años: un pensamiento lógico-matemático casi perfecto. Si no hubiera sido como fui de pequeño, no estaría estudiando finanzas, no sería un hábil programador y, sobre todo, no podría comprender de manera tan rápida y ágil cómo funciona este mundo capitalista en el que vivimos.

Mi Journey Emprendedor

Paletas de Hielo | 6 años

A los 6 años, en un caluroso verano, decidí vender paletas de hielo afuera de mi casa. Estaba aburrido, ya había visto suficiente televisión y leído mis libros. Quería poner en práctica lo que había aprendido en mi libro favorito de negocios: generar mis propios ingresos usando activos (prestados por mis papás, claro). Vendí algunas paletas y, aunque el negocio se detuvo cuando terminó el verano, fue mi primera experiencia con el emprendimiento.

Tubos de Dulces Picosos | 9 años

Quería seguir ganando dinero, así que se me ocurrió hacer tubos de papel y, con un embudo, llenarlos de polvo de chile de diferentes sabores. Descubrí la maravilla de la personalización: podía cobrar una tarifa extra por permitir que los clientes eligieran los sabores, siempre y cuando no excedieran la capacidad del tubo. Lamentablemente, en las escuelas no permiten que los alumnos vendan nada, así que tuve que dejar el negocio… por el bien de mi buena conducta.

Paletas de Hielo | 12 años

En mi 5° año de primaria, tenía el deseo de ganar mi propio dinero y, sin saberlo, detecté una necesidad que debía satisfacer. Las paletas de hielo en la escuela eran caras y no sabían bien. Recuerdo que en la “tienda oficial” costaban entre $16 y $20 pesos, y aunque muchos las compraban, siempre se quejaban del precio y su sabor insípido. La solución fue clara: montar mi propio negocio de venta de paletas de hielo.

Empecé comprando y vendiendo alrededor de 3 paletas de hielo al día, con una lonchera térmica y mucha fe en mi todavía limitada habilidad de ventas. Ofrecía paletas con mejor sabor y a solo $10. Para mi buena fortuna, se vendían muy bien. En pocas semanas ya repartía más de 30 paletas, utilizando 3 loncheras térmicas, y cada una la llevaba un compañero de clase al que le pagaba $2 por cada paleta vendida. Así, por fin, podía disfrutar de mis recesos mientras el negocio seguía funcionando.

ROBODOTS | 15 años

Sin ningún conocimiento formal en negocios, marketing o ventas, decidí aplicar mis habilidades en programación y mecatrónica para resolver una problemática que persiste hasta hoy: los kits de mecatrónica para niños no cumplen con las expectativas de los padres, ya que no logran educar de manera efectiva. Tampoco satisfacen a los niños, al no ofrecer soluciones personalizadas ni generar una experiencia tan divertida como otros juguetes.

ROBODOTS fue mi primer emprendimiento exitoso. En un solo verano, vendí más de 30 kits de robots, diferenciándome con una entrega personal, un empaque llamativo, conexión a una plataforma con cursos digitales, y una atención postventa personalizada.

Actualmente, ROBODOTS está en busca de un cofundador para dar seguimiento al crecimiento de la empresa. En 2020, formó parte de un programa de aceleración del Tec de Monterrey.

Bebidas DS | 17 años

Después de ese proyecto exitoso, me quedé con ganas de más y me di cuenta de cuánto me apasionaba ofrecer bienes personalizados. Y si hay algo que siempre tendrá demanda, son los consumibles. La idea de crear un negocio capaz de ofrecer una gran variedad de bebidas heladas —frappés, malteadas, eskimos, y más— con cualquier sabor imaginable, me pareció una oportunidad increíble.

Me topé con una gran barrera al descubrir que la gestión de inventarios de productos perecederos es una ciencia compleja, especialmente para alguien de 17 años sin conocimientos en finanzas. Lamentablemente, no logré avanzar más allá de vender a familiares y amigos. Mucha materia prima, como dulces y otros aditivos, se echó a perder, y terminé comiéndome el producto para evitar que se desperdiciara tanto… ¡lo que también resultó en que subiera de peso!

FUN FACT: Los activos que compré en su momento aún los uso los fines de semana para hacerme mis propias bebidas, así que, al final, no fue tan mala inversión.

DS Intelligence | 17 años

Mi primer “bebé” con éxito internacional comenzó con una tragedia: la pandemia de Covid-19 en 2020. Después del fracaso con las bebidas, terminé repartiendo comida en la CDMX (se gana bien y se hace cardio). Fue entonces cuando empecé a crear menús digitales para restaurantes en la ciudad. En poco más de 3 meses, desarrollé más de 500 menús digitales. Sin embargo, la demanda cayó a 0, y estaba decidido a no volver a fracasar. Investigando, me di cuenta de que lo que realmente necesitaban los restaurantes era marketing digital para mantenerse a flote.

El 14 de noviembre de 2020, nació DS Intelligence, una agencia de marketing digital creada para ofrecer soluciones a PyMEs en México y ayudarlas a sobrevivir a la pandemia. Para resumir la historia, me certifiqué con Meta y Google, y me especialicé en marketing para restaurantes, bienes raíces, finanzas y seguros, negocios poco convencionales y empresas. Aunque la agencia ya no tiene el mismo ritmo que en los años 2022 y 2023, sigue operando y ha tenido presencia en México, Estados Unidos, Canadá, España, Francia y Colombia.

Solipsis | 20 años

Este nuevo emprendimiento nació de la mano de un gran amigo y excelente programador, Diego Ross*. La idea detrás de este proyecto es ofrecer soluciones a plataformas de venta en línea, utilizando datos biométricos para mejorar la toma de decisiones estratégicas.

El proyecto se decidió pausar por cuestiones personales, y ahora se está integrando a DS Intelligence para ampliar el portafolio de productos. Estamos sumando nuevo talento y dándole un impulso de innovación para seguir creciendo.

STYLA | 20 años

¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en tecnología aplicada a la ropa? Sea lo que sea, no está cerca de lo que hacemos en STYLA. Integramos Tags textiles para crear experiencias únicas y personalizadas para los usuarios.

Actualmente, somos proveedores de las universidades más importantes del país. Trabajamos en la autenticación de ropa con una marca destacada de trajes corporativos, desarrollamos experiencias únicas para estadios de fútbol y creamos video firmas para agregar un valor especial a cada libro en el mundo.

Marca Personal | 21 años

¡Soy uno de los 100 mejores emprendedores de México! ¡Y el más joven de este grupo!

Es mi deber compartir lo que sé, lo que hago y cómo llegué hasta aquí con los demás. A través de redes sociales, un blog, un podcast, eventos, mi próximo libro y cualquier otro medio, voy a convertirme en la máxima figura de emprendimiento en México. Mi objetivo es inspirar a los jóvenes y demostrarles que ¡sí se puede!

Scroll to Top